Descripción

La conferencia pastoral es un ministerio que procura corresponder a las necesidades de nuestros líderes y de aquellos pastores con los que tenemos comunión o una relación especial de asesoría pastoral.

Esperamos que los pastores en esta conferencia puedan ser fortalecidos en su espíritu y su entendimiento sea enriquecido por medio de las enseñanzas de temas apropiados para su obra pastoral. En esta conferencia también es importante la comunión de los invitados con otros hermanos pastores con los que tienen perspectivas pastorales en común y la participación en los cultos de esta iglesia, con la que comparten un amor mutuo y especial.

Cada uno de los conferenciantes es un pastor que trabaja en el ministerio de la Palabra en su iglesia local. Estos hombres se distinguen por sus dones de enseñanza, conocimiento, sabiduría, fidelidad, experiencia y por su corazón pastoral.

Es nuestra oración que Dios nos dé sabiduría para llevar a cabo este ministerio, y que Él dé ayuda especial a aquellos pastores que nos han de predicar su Palabra. Es también nuestra oración que Dios derrame su espíritu sobre nosotros y que obre en todos nuestros corazones de tal forma que seamos mejores hombres, siervos fieles y mejor equipados para el bien de la iglesia del Señor Jesucristo en la cual Dios ha de recibir la gloria por todas las generaciones, por los siglos de los siglos.

Informe

31/5/2012
CONFERENCIA PASTORAL 2012
Desde el año 2003 hemos auspiciado una conferencia pastoral anual aquí en North Bergen, New Jersey, EE.UU., para pastores hispanohablantes.

Además de los discursos y sermones que se dan en español, nos beneficiamos de hombres de Dios que predican sólo en inglés. Un sistema de audífonos hace posible la traducción simultánea al español y viceversa. Durante meses hemos orado por la conferencia del 2012; y estamos muy agradecidos al Señor por Su provisión de predicadores, fuerza física, salud, comida, hogares en que alojar a los pastores, y otras necesidades materiales y logísticas.

Estamos todavía más gozosos por la presencia de Cristo entre nosotros por Su Espíritu, manifestada entre nosotros de varias maneras.

A través de las exposiciones bíblicas nuestros ojos fueron abiertos a detalles que no habíamos observado previamente. Como resultado, entendemos y valoramos, mejor que antes, los tesoros de sabiduría que hay en la Palabra de Dios.

Nuestro arrepentimiento fue fortalecido, al ver más claramente varias áreas de pecado que mortificar, y gracias que cultivar en el alma.

Fuimos llevados a crecer en amor por nuestro Salvador; y fuimos conmovidos y estimulados a entregarnos más fielmente a Su servicio, y al avance de Su reino, en nuestra generación.

No fue necesario hacer una encuesta para poder conocer el parecer de los pastores que asistieron a la conferencia: su contentamiento y gratitud fueron patentes desde el principio de la conferencia, que comenzó con un culto de oración el sábado por la noche.

Aquella noche el Pastor Harvey Martínez (uno de nuestros pastores) dirigió nuestra atención al espíritu de anticipación que hubo en los compañeros de Cornelio, que de manera ejemplar se congregaron para escuchar humildemente la Palabra del Señor por boca de Su siervo (Hechos 10).

Desde aquella meditación, el espíritu de los pastores reunidos para la conferencia comenzó a manifestarse en los murmullos de Amén y asentimiento; y siguió manifestándose a través de los días subsiguientes.

El buen espíritu de los pastores presentes se oyó también en las palabras espontáneas de aprecio que surgieron en las conversaciones fraternales que tomaron lugar durante las comidas, como también en los varios hogares donde los pastores fueron hospedados.

La respuesta a nuestras oraciones (y las oraciones de hermanos en varios lugares) se escuchó en las expresiones de gratitud al final de la conferencia; se vio en las sonrisas; se palpó en los abrazos; y se manifestó en el gozo, contentamiento, y gratitud que permearon toda la conferencia, por lo cual estamos profundamente agradecidos al Señor.

Sólo el Señor pudo derramar sobre nosotros las múltiples bendiciones que hicieron de la conferencia una fuente de mucho bien; así que Le damos las gracias a Él, pidiéndole que nos siga bendiciendo de esta forma en los meses y años venideros, haciéndonos una fuente de bendición para muchos en nuestra generación.

Estamos muy agradecidos a todos los predicadores que trabajaron en la palabra y en la enseñanza, a los que trabajaron en innumerables tareas diaconales, y a los que trabajaron en oración, pidiendo que Dios bendijera la conferencia. El Señor en Su misericordia les ha dado frutos a ustedes, junto con nosotros. Gracias por su comunión en el evangelio.